El 11 de abril de 2019, en el programa de A24 emitido de 18 a 21, que conduce Eduardo Feinman, una vez más, fue atacado el sistema científico argentino. Se arremetió contra los aportes provenientes del campo del género –específicamente, la perspectiva queer— mediante un discurso de odio y simplificaciones falaces que denotan absoluto desprecio por la diversidad, el trabajo científico, la creatividad y el tema de investigación referido a la disidencia sexual que desarrolla uno de nuestros compañeros del Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Género de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, el Dr. Facundo Nazareno Saxe. El mecanismo de difamación apeló a la agresión tanto de su producción académica como la de su propia persona, desvalorizó los temas y los abordajes y mezcló información sensible y privada en tono burlesco. En franca distorsión del principio de libertad de expresión, se hizo público un discurso cargado de contenido discriminatorio y desacreditación calumniosa dirigida al Dr. Saxe para, a través de ello, elaborar un bochornoso y violento justificativo de los recortes presupuestarios a la ciencia que realiza la actual gestión de gobierno sobre CONICET. Tras esa embestida, nuestro colega recibió mensajes en distintos perfiles sociales que reproducían las peroratas resentidas contra él y su trabajo en uno de los organismos de referencia científica internacional como es el CONICET. La metodología, si no sorprende por su vileza, no puede –por su recurrencia— ser naturalizada y dejarnos indiferentes. Repudiamos enérgicamente este tipo de intervención mediática apologética de la violencia, autoritaria y en las antípodas ideológicas del respeto por la libertad y la diversidad, que van dirigidas a desacreditar la producción científica de nuestro compañero y de los organismos en los que se desempeña.
Mientras a Feinman le preocupan las opciones epistemológicas críticas, creativas, libertarias y disruptivas de un orden convencional y retrógrado; nos preocupa que ideas de tamaña crueldad, virulencia y violatorias de elementales derechos de la ciudadanía sean transmitidas en un programa de televisión. Exigimos una enérgica respuesta desde los órganos institucionales que tienen la función de velar por la no discriminación y por una comunicación plural, diversa e inclusiva y están llamados a intervenir en este tipo de ataques en el que, desde los medios hegemónicos de comunicación, se alientan los discursos de odio y discriminatorios, atentan contra la pluralidad de representaciones, estigmatizan a los colectivos de diversidad sexual e identidad de género.
Este ataque brutal nos encuentra en absoluta solidaridad con nuestro querido compañero cuyas investigaciones enaltecen nuestro centro. Lejos de intimidarnos, esas acciones alimentan de manera rotunda la convicción por nuestras propuestas intelectuales, académicas, personales y políticas para generar una alternativa social más equitativa y respetuosa en términos de género.