Martín Felipe Castagnet (La Plata, 1986) es Doctor en Letras y Becario (UNLP/CTCL), editor de la revista Orsai y traductor. Publicó las novelas Los cuerpos del verano (2012) y Los mantras modernos (2017). Participó en diversas residencias de escritura y de traducción (Art Omi, MEET, Looren) y fue seleccionado por el Bogotá39 y la revista Granta como uno de los autores más destacados de su generación.
Una reflexión a partir del reconocimiento de la revista Granta…
Siento que hice lo mínimo indispensable y le saqué el máximo provecho. En una época donde todo el mundo está apurado por editar, quizás lo único inteligente que hice fue guardar mis aprendizajes y vergüenzas en una carpeta de mi computadora. Me guardé las balas y disparé dos novelas potables justo a tiempo para entrar en el recorte cronológico de la revista. Un amigo escritor me dijo: “qué cheto salir en Granta”. Creo que él lo resumió mejor, porque cheto siempre es el otro, y acá tenemos a ese gran otro que es el idioma inglés dándonos una palmadita en el hombro.
¿Cómo evaluás la recepción de tu último libro?
Mi último libro apenas si se puede llamar libro; es un librito de memorias sobre ser hincha de Gimnasia, cortito y de edición digital. Soy sobre todo autor de ficción, por lo que no esperaba escribir un texto así, pero me permitió reflexionar sobre mi infancia en City Bell y un mundo que cambió muy rápido. El texto salió sin pena ni gloria, hasta que empezó a circular, tras la lista de Granta primero y la muerte de Carlos Timoteo Griguol después. Nadie sabe el recorrido que va a hacer un libro, ni cuáles son los motores que lo impulsan hacia adelante.
¿Cómo impactó la pandemia en tu mirada de la tecnología?
Obligado por la pandemia, tuve que empezar a dar talleres por Zoom y me di cuenta de que el cambio era positivo: alumnos de cualquier lugar del mundo en vez de los que viven en el barrio, más la posibilidad de cursar de manera asincrónica. Pero me parece que todas esas ventajas son estériles para un alumno que acaba de entrar a la universidad. La educación a distancia sirve para talleres y para posgrado, pero la tecnología nunca va a reponer esa instancia en el terreno que es esencial para cualquier formación. Las horas muertas en los cafés y las bibliotecas son tan importantes como las horas vivas en el aula.
¿Cuáles son tus futuros proyectos?
En marzo terminé una nueva novela, que se publica a comienzos de año próximo, y es lo que necesitaba para sacarme de encima lo viejo y empezar algo diferente. Estoy escribiendo un libro de cuentos, algo que nunca antes había hecho. De pronto me surgió la idea y las ganas, y esa mezcla es la que nos obliga a escribir. Espero equivocarme mucho, errar todas las teclas y aprender de nuevo.
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